No entré al convivo que se realizo para con motivos que nadie conoce, dicen que para motivar la convivencia entre gente de la empresa y algunos colados.
Pero al yo decir “no quiero gracias” (de una manera amable y respetuosa) ¡Ha! no como es posible que yo hiciera semejante rechazo al “dios intercambio de regalos empresarial” ¿Acaso seré yo un neurótico o un amargado? Y si lo fuera ¿el intercambio me curaría?
<¿Porqué porqueeeeeeeeeeeeee?> Pensé mientras hacia mi mejor cara. Y es que hay que cuidar de las impresiones que se dan en la empresa. ¿Porque pues esta cabrón no? Si la gente piensa que ya eres un mal jefe y un desalmado. (Que bonita palabra).
Hay veces que no se quiere y tengo mis razones.
En realidad sí las tengo, tal vez no sean así de “El intercambio me trae el recuerdo de la muerte de toda mi familia y mi perico Pepito que tanto amaba” No, no pero las tengo y ese simple hecho debería ser motivo de respeto.
Así que estimados lectores no les diré porque y espero que ustedes sí lo entiendan, sin más.
Y lo peor... cuando le comente a mi Madre del suceso, les dio la razón y se dijo preocupada. Aunque mi Má se preocupa por todo.