lunes, 29 de noviembre de 2010

Una mirada



Tal vez las cosas fueron muy aprisa, tal vez mi ansia de tener tus ojos negros, descontroló mis impulsos, tal vez… tal vez no eres tú soy yo, tal vez no soy yo y eres tú, tal vez… tal vez el momento… no es nuestro todavía… tal vez… tal vez nunca lo será…

Es un gusto conocerte y ver como cambiaste mi vida con una mirada, una sonrisa y sin prisa buscaré el momento para no dejarte ir jamás…

Tal vez…un sutil cambio en tu retorica y tu sonrisa perfecta le den un giro a mi vida...

Tal vez...

miércoles, 24 de noviembre de 2010

Mis Recursos + Humanos



Sentado en mi oficina, sí, en se espacio donde paso la mayor parte del día, donde he pensando tantas cosas y he cambiado de parecer en otras, soñé despierto, como siempre me quise adelantar a los hechos, soñé hasta llegar al final del proyecto cuando apenas y llevo lo primeros pasos del mismo, “ya me vi” dicen por ahí… y sí… me vi y me volví a ver, analice las vicisitudes, las variables, las aristas, los matices y los recovecos de mi futuro… y solo te encuentro a ti, borre todo y lo volví a pensar, comenze de nuevo una y mil veces y en segundos ya estabas conmigo, te veía sonriendo, nos veíamos felices, perdidos en platicas envinadas, con bocanadas de miel y canela, con música de fondo y olores imposibles.

Por más que intentaba matar al fénix me dejaba llevar por tu luz al final del camino, por la esperanza de un mañana a tu lado y por lo afelpado del aire que rozaban mis labios emborrachados de ansia por besarte y descubrir el mundo que hay dentro de tu alma.

Al fin… sentado aquí puedo soñar todo lo que quiero.

viernes, 5 de noviembre de 2010

Entre Sueños...

Caminábamos descalzos entre el alto gramado, había un sol radiante de invierno, brillante pero no incandescente, lo contrario a nuestras miradas, llenas de tesón y picardía.
Mientras revoloteaban las mariposas llenas de ilusión y los pajarillos empapados de rocío y esperanza, tu sonreías con esa ternura que regocija mi corazón.

Lo último que recuerdo son los dorados rayos de sol alrededor de tu suave vestido de manta pulcra.

Tu sonrisa sonrojada me deja enmarañado.

Sí otra vez soñé contigo…