Como me gustaría que por un instante te arrepintieras, que por un momento reflexionaras en todo esto que pudo ser.
Me gustaría también hablar contigo a la cara y decirte esto cómodo y sin ganas de que mi boca enmudeciera. De que mi pecho asfixiado en desconcierto sucumba ante tu dogmática negación de lo que parecía inevitable. De cómo al romper con una frase trillada una ilusión inacabada de un corazón transparente.