La vida es un ciclo plagado de decisiones, vivimos periodos en una conjugación de un tiempo inexplicable, que se dice instantáneo, siempre dudando del futuro, sufrimos el presente y añoramos el pasado.
Precisamos irracionalmente de estatus para poder seguir nuestras miserables vidas basadas en el amor que le tuve, en lo joven que era, en los viejos tiempos, en las glorias pasadas, que se hacen viejas tan rápido como nosotros mismos... después de tiempo pensamos en como éste nos arrebato nuestros mejores años y en como se fueron desperdiciados, nos lamentamos de no haber tomado e idealizamos siempre un mejor futuro con decisiones distintas a las que ocasionan nuestro presente.
Sentimos, bebemos, bailamos, sonreímos en un pasado en tercera dimensión, en un presente multimodal en 360 grados, nos motivamos con resultados a futuro y desteñimos nuestros corazones con recuerdos delirantes de amores perpetuos.
Aun así el mundo que vivimos, el texto que estas leyendo, el mundo y lo que llamamos realidad, es solo una fracción de un universo infinito lleno de ilusiones interminables, de opciones inexploradas y de encuentros desencontrados. Pensamos es un cielo, en un infierno, en un principio, en un final, en la transformación de nuestro, espíritu, en el renacer de las animas o en la dispersión de nuestra esencia. ¿Qué será de nosotros al desaparecer de nuestro entorno?.
Emprenderemos un viaje que tal vez no exista, mutaremos nuestra forma o desapareceremos entre las cenizas, nos desconectaremos del simulador virtual o tal vez simplemente volvamos a empezar, aunque todavía nada de esto ,ni nadie lo pueden garantizar.
Aluciné esto escuchando: Damien Rice - CannonBall y Radiohead - Videotape