miércoles, 24 de noviembre de 2010

Mis Recursos + Humanos



Sentado en mi oficina, sí, en se espacio donde paso la mayor parte del día, donde he pensando tantas cosas y he cambiado de parecer en otras, soñé despierto, como siempre me quise adelantar a los hechos, soñé hasta llegar al final del proyecto cuando apenas y llevo lo primeros pasos del mismo, “ya me vi” dicen por ahí… y sí… me vi y me volví a ver, analice las vicisitudes, las variables, las aristas, los matices y los recovecos de mi futuro… y solo te encuentro a ti, borre todo y lo volví a pensar, comenze de nuevo una y mil veces y en segundos ya estabas conmigo, te veía sonriendo, nos veíamos felices, perdidos en platicas envinadas, con bocanadas de miel y canela, con música de fondo y olores imposibles.

Por más que intentaba matar al fénix me dejaba llevar por tu luz al final del camino, por la esperanza de un mañana a tu lado y por lo afelpado del aire que rozaban mis labios emborrachados de ansia por besarte y descubrir el mundo que hay dentro de tu alma.

Al fin… sentado aquí puedo soñar todo lo que quiero.