A mi regreso de la ciudad de México he valorado ciertas situaciones casi únicas y muy locales de mi localidad, local, localizada en Guanajuato Capital (casi rimó).
Una de ellas es que como todos sabemos (o por lo menos YO espero que ustedes sepan) la bella ciudad de Guanajuato, tiene como principal característica sus laberínticos callejones aunados a tradiciones diversas como las que ejemplifico a continuación:
· En Guanajuato el servicio del gas y el agua de garrafón es muy especial, para eficientizar y dar un mejor servicio, los empleados de gaseras y ¿agueras?, pasan escandalosamente pero claro siempre afinados gritando por los callejones: “el aguaaaaaaaaaaaaaaaaaa” o “gaaaaaaaaaaaaaaaaaaaas” o ya más específicos y para preferencia del consumidor, “agua ciellllllllll” o “agua bonafooooooon” (sí, así sin “T”) o “Gas Nietoooooooooooo” etc.
Esto tiene muchas ventajas como puede ser:
A) Te sirven de despertador para la chamba/escuela.
B) Hacen volar tu imaginación; no puedo dejar de imaginarme la capacitación de estos muchachos:
Capacitador: -ya te sale el grito de “el aguaaaaaa” Felicidades Juan-
-¡Estás preparado para los callejones!, nuestra organización esta feliz de tener tu grito”
C) Las desventajas son muchas pero la que sobresale es que si estas curdo y tirado en el piso/sofá/cama/patio de la fiesta pueden lograr interrumpir tu ciclo R.E.M. y hacer que comienzes precosmente a saborear la cruda a escazas horas de haber conciliado el sueño.
· Otro detalle muy peculiar de esta ciudad es que la gente no “va al centro” sino “bajamos” al centro. Esto debido a que el centro está en una cañada y pues todos bajamos del cerro, unos a tamborazos, otros cuales chivos, y algunos pocos como la gente…
· Otra manera muy “Guanajuatizada” (guack!) de disfrutar el pueblo es que tienes el riesgo al ser una persona normal y desconocida (pero con haaaaaarta familia) como soy yo de subirte a un siempre confiable TsuruTaxi y que el conductor te diga “______ (introduzca ahí su apellido) lo llevo a su casa o ¿a dónde va?.
Esto tiene también sus ventajas:
A) Si estas en un avanzadísimo estado etílico (de esos que hacen llorar al alcoholímetro) no necesitas dar indicaciones, ni interactuar con el taxista, con el simple hecho de lograr subirte al coche es más que suficiente.
B) Te puedes sentir importante y hacer que tu aplastada moral se regenere, después de que tu amor platónico te volvió a mandar por un tubo.
C) Politizas tu suerte e inicias una fallida campaña para diputado local.
D) Le presumes a tus amiguitos y amiguitas (diría Chente) tu fama o hasta a tus suegros logrando así limpiar tu deteriorada imagen.
